Cuaresma: tiempo de compartir su luz

Cuaresma: tiempo de compartir su luz

Cuaresma: tiempo de compartir su luz

Esta semana, en el Colegio La Salle Franciscanas de Zaragoza hemos celebrado el inicio del tiempo de Cuaresma. Normalmente celebramos el  Miércoles de Ceniza, aunque este año se  ha extendido unos días más debido a las circunstancias sanitarias que vivimos. Esta Cuaresma se nos invita, a niños y adultos, a  COMPARTIR SU LUZ desde la perspectiva de que “La vida no es una carrera de velocidad, sino de resistencia”. Y, en ella, todos nos necesitamos para crecer, para reconocer, para acercarnos a Dios.

Él nos llama por nuestro nombre y sabe que todos juntos podemos conseguir mucho más. En nuestro día a día muchas personas están cerca de nosotros pero a veces no los vemos o no los queremos ver. Nos ocupamos solo de nosotros sin darnos apenas cuenta que somos un todo y que cuando alguien se queda atrás, algo perdemos todos.

La Cuaresma es tiempo de reflexión, de reconocimiento personal, de encuentro y compromiso  con los otros y con  Dios mismo. No puede sernos indiferente la vida de los demás. Para Dios todos somos importantes y necesarios, nunca nos abandona.  Dios Padre-Madre está contigo, conmigo, con cada uno de nosotros hasta el final, pase lo que pase. Nadie es maestro de nadie porque el camino que recorremos es personal, pero en ese caminar, cuando vamos juntos y nos sentimos acompañados, el camino es más llevadero y feliz. Nos convertimos así en amigos, compañeros… en pequeñas luces para los demás.

Para recorrer ese camino hemos utilizado unas zapatillas con un significado especial. En una de ellas hemos escrito las actitudes que no nos ayudan a ser felices, ni a nosotros ni a los demás. En la otra hemos escrito lo que pensamos que Dios nos pide para conseguirlo.

En este inicio cuaresmal, se nos invita a reflexionar en las actitudes que no nos ayudan a ser felices y qué creemos que Dios nos pide de nosotros para conseguirlo. Al imponer la ceniza, se nos recordó  que DIOS CAMINABA SIEMPRE A NUESTRO LADO, que el cuidado del otro empieza por cómo yo desearía ser cuidado.

Que este lema sea vida y testimonio en nuestro día a día. Compartamos Su Luz.